Ella.
Ella era arte, sonará a cliché pero si la hubieses visto te darías cuenta de que la frase fue inspirada por ella. Dicen que el arte no debe ser bello a todo ojo pero debe hacerte sentir algo y ella transmitía. Era libertad, su cuerpo le pertenecía pero era evidente que también era del universo por la coordinación que tenía con este. La vi mientras bailaba por la calle, sin música pero con ritmo, no lo que nosotros, humanos, conocemos como ritmo. La sabiduría de sus pasos movía su entorno, no podría existir persona que la obsevara y no se hiciera inmediatamente consciente de la armonía que existía en el mundo no físico. Era el amor, un corazón palpitante en persona, un atardecer cálido, lluvia para los niños que juguetean y la última botella de agua después de correr un maratón.