Depósitos.





Pedazos de almas muertas deambulan entre nosotros, 

corazones rotos,

y un poco de melancolía 

en cada recuerdo de los amores que dejaron parte de ellos 

con cada roce, 

con cada muestra de afecto en el que se veía un futuro,

 uno que no fue lo suficiente fuerte para ser.


Personas rotas se sienten por la ciudad 

y unos que otros soñadores que aún tienen el coraje de seguir juntos, 

de entregarse con la esperanza de no romperse más, 

de no dejar más pedacitos de alma en la otra persona,

 de no ser otro deposito.

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